CIMARRONAJE
(Por Esperanza Fyah)
fragmento de Revelazion No. 2
Durante sus tareas veían la manera de encontrar el momento oportuno para emprender la huida al lugar más lejano posible de la región controlada por aquellos portugueses y africanos esclavizadores.
Los esclavos fugados buscaban un refugio provisional en la selva y ahí se enfrentaban a condiciones adversas como hambre y sed. He aquí el principio de lo que conocemos como cimarronaje.
Para subsistir se organizaban en bandadas que atacaban por sorpresa a poblados o viajeros. Debido a las inclemencias que enfrentaban pedían asilo a algún reino local poderoso con reputación de rebelde y no con reinos aliados de portugueses, o bien, creaban sus propios refugios.
Algunos reinos se hicieron famosos por la protección que brindaron a los fugitivos, pues se exponían a la presión que ejercían los ejércitos portugueses que arribaban a estos reinos para recuperar a sus esclavos y de paso conseguir otros.
Una de las protecciones más importantes de estos fugitivos fue la de la reina de Njinga en el Matamba y el Ndongo, ya que la seguridad, estabilidad, integración y ofensiva-defensiva política que brindaba era prestigiosa al punto de convertir a esta reina en una heroína ante los fugitivos de Luanda y de todas las comarcas sometidas a la trata portuguesa. Esta reina representó una gran amenaza para los portugueses, temían la alianza que existía entre ella y otros resistentes. Creó campañas de desobediencia, prometiendo libertad y mejores condiciones de vida a aquellos que se evadieran de sus amos portugueses y se alió con los holandeses cuando éstos ocuparon Luanda de 1641 a 1648.
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